Adrenalina, sol y playa. Para muchos una combinación perfecta de emociones. Las actividades acuáticas son una divertida manera de combatir el calor del verano y el Principado cuenta con privilegiados enclaves para llevarlas a cabo, entre ellas el buceo. El mar cantábrico encierra en su seno magníficos rincones para sumergirse en las profundidades marinas y descubrir su fondo en todo su esplendor, por lo que aquí van algunas recomendaciones dentro de la comunidad.
Playa del Silencio (Cudillero)
Se trata de una zona submarina de difícil
acceso, ya que solo puede realizarse desde el propio arenal, considerado por
muchos como uno de los más bonitos de toda la región. Para adentrarse en las
profundidades y asistir al espectáculo que se extiende en el fondo marino, se
debe tener en cuenta que hay que descender bastantes peldaños de piedras, por
lo que el peso del equipo de submarinismo puede suponer que más de uno
decida echarse atrás. La vegetación es uno de los mayores atractivos de
este escondrijo subacuático, haciendo que todas las dificultades que reviste
llegar hasta este punto merezcan la pena.
Playa de Oleiros, en Cudillero
Próxima también al pueblo de Salamir y a
un área recreativa, es una maravillosa ensenada natural en forma de concha, con
cantos rodados y una arena tostada que contrasta con sus cristalinas aguas
color turquesa. Con el encanto añadido de una desembocadura fluvial, es como
perderse en medio del paraíso. Aunque la bajada no es del todo accesible merece
la pena el esfuerzo para sumergirse en sus aguas tranquilas y cristalinas,
dignas de postal.
Cañones de Oviñana, Cudillero
Cerca del Faro de Video está uno de los
puntos de buceo más populares del occidente asturiano. El punto desde el que se
puede comenzar la inmersión es el propio puerto de Oviñana, desde donde
una cuesta marca la zona donde se puede entrar caminando al mar. Moverse
por los pasillos de este lugar permite descubrir una gran variedad de fauna
marina, como las esponjas, sargos, moluscos, o lubinas, sin olvidar la
flora que se muestra como un espléndido bosque de algas.
Playa de Merón, en Villaviciosa
Recóndita y flanqueada por pedreros, es
muy tranquila y perfecta para la pesca y el buceo. En plena marina de
Villaviciosa, Merón, con su arena tostada y su estilo de cala asturiana, es un
sitio más que idóneo para encontrar fósiles y alguna que otra sorpresa
jurásica.
Cabo Peñas, Gozon
El buceo en el Cabo Peñas tan solo puede
realizarse contadas veces al año y siempre a bordo de una
embarcación. Situado en la mancomunidad homónima, formada por los concejos
de Gozón y Carreño, es uno de los parajes más increíbles de Asturias,
y no menos son los restos que se esconden bajo sus aguas. Debido al estado
salvaje que muestra el mar en este punto, el hecho de poder bucear en este
enclave ya es un logro, por la exclusividad que el Cantábrico otorga a los
afortunados submarinistas que disfruten de esta zona privilegiada.
Playa de Quintana o
Plumineru (Valdés).
La soledad del paraje invita al solaz, a
la pesca, a la serenidad total. Se llega fácilmente desde la localidad de
Quintana, aunque hay que hacerlo a pie. Es un alargado y estrecho pedrero de
cantos rodados, encajado entre acantilados y típico de la costa occidental
asturiana.
Playa de Porcía. El Franco.
Tiene fama de ser una de las más bellas
del occidente asturiano. Jalonada por islas, con su estuario, marismas y
pequeñas dunas, es refugio de aves migratorias y tiene un enorme valor
paisajístico y natural, lo que le confiere especial encanto para bañistas y
buceadores. Al ser semiurbana, es muy cómoda para los amantes de la playa.
Playa de Pormenande, en El Franco
La playa de Pormenande es una pequeña cala
de gran belleza, de menos de 200 metros de longitud y formada por bolos y
grava. A pesar de ser pedregosa es muy segura, con oleaje moderado y protegida
del viento. Destaca en ella a su derecha el islote El Rego, al que se puede
acceder desde la playa por un pequeño tómbolo.
Playa Mexota, Tapia de Casariego
Es una de las joyas del occidente
asturiano, un tesoro a buen recaudo de inmenso valor natural, en el que destaca
el paisaje rocoso que se funde en el mar, la fina arena, las aguas cristalinas
y los poderosos acantilados que la rodean…Ideal para perderse o para
encontrarse.
Playa de Pantorga, en Tapia de Casariego
Justo a la izquierda de esta playa
penetran en el mar tres islotes consecutivos que llevan por nombre las
Pantorgas. Estas hermosas formaciones rocosas trazan el límite del arenal y
también sirven para darle nombre. Esta cala, que queda prácticamente cubierta
en pleamar, está formada por cantos rodados y arena tostada oscura. Es
semiurbana y muy segura para el baño, cuenta con buenos accesos y se ha
convertido en un lugar idóneo para practicar pesca deportiva, windsurf o buceo. Entre los
islotes se han descubierto especies protegidas singulares de esta zona.